martes, 27 de enero de 2009

Cabanillas de la Sierra

Primera prueba del Trofeo Madrileño de Clásicas celebrada en Cabanillas de la Sierra. Día duro como pocos, con lluvia y nieve intermitente y un frío intenso que hacía realmente difícil el trial.

No pude estrenar la Sammy ya que está en pleno proceso de ajuste para poderla usar con medianas garantías. Lo más importante es que no está todavía hecha la placa protectora del chasis y el motor inferior. Así que como es lógico utilicé una vez más la Sherpa 92 kit campeón. No sé si será su último trial esta temporada, en cualquier caso me sigue demostrando que es un auténtico reloj.

El terreno era casi todo de la piedra típica de la zona, con buen agarre en seco pero que en mojado se vuelve delicado. Algunas zonas eran de tierra como la zona 10 o mixtas como la zona 6 y dos de ellas (4 y 5) eran de piedra de cantera.

10 zonas a dos vueltas era el recorrido y 4h 30 min el tiempo concedido, perfecto para la ocasión. Buen trabajo del motoclub Sotobike en el marcaje y en la organizativa.
Hice el trial en todo momento acompañado por amigos ossistas. La primera con Carlos Zorzo que no tuvo suerte y tuvo que abandonar y la segunda con José Arvest, marcándonos mutuamente porque íbamos en la misma categoría y con parecido nivel.

Este es el complicado giro de la zona 10. Solamente hubo un cero en este giro, el de Julián Sanz en la segunda vuelta. De 76 (38 pilotos, 2 vueltas) pasos sólo un cero.

Mi trial fue bastante bueno, consiguiendo la victoria en PRE-77 y segundo en "scratch" de pasos verdes (Clásicas B+ PRE-77) tan sólo por detrás de Manolo Jiménez que hizo 14 puntos, 8 menos que yo (22). Tal y como estaba el terreno, un punto por vuelta aproximadamente es para mi un buen resultado.

Un de las claves a mi juicio del buen comportamiento de la moto fue que la presión en el neumático trasero la taré muy muy baja, por debajo de 0,3 bar lo que otorgaba al neumático trasero un extra de agarre que creo que fue determinante. Debido al intenso frío, no parecía probable que la presión subiera mucho, y no lo volvía a revisar en toda la carrera.

La zona que más me satisfizo del trial fue la 7ª de la segunda vuelta. Una zona en la que había un doble escalón seguido de un lomo de piedra absoluitamente resbaladico, con musgo húmedo en la superficie que había que pasarlo casi sin respirar porque a la mínima la rueda se iba. Cuando yo pasé el pica (y presidente del Sotobike), Juan Carlos Quijano me dijo que sólamente tres pilotos hasta ese momento lo habían logrado: Manolo Jiménez, Migui García Monje y yo.

Bueno, me despido hasta la siguiente entrada.
Un abrazo.